«Mañana mandaremos a los almendros de paseo a la costa para que laven sus caras del polvo de nuestra tristeza.
Y en la noche que regresen contentos, nos traerán nuestras primeras palabras lavadas en el mar y, en la ventana abierta, lloraremos de alegría al saber que podemos llorar».
[Giannis Ritsos, Sueño de un mediodía de verano]
Trad.: Alejandro Aguilar.