Giannis Móralis: La pintura no existe en la naturaleza

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Αφιερωμα στο Γιαννη Μοραλη

 

"Cantó" el cuerpo femenino, compuso himnos al amor y a la vida

 

Traducción: Alejandro Aguilar

Escribió: Dimitra Rouboula

 

Una oda al cuerpo humano, principalmente al femenino, un himno al amor y a la vida, pero también un enfrentamiento intelectual de la vida inexorable y de la muerte constituye la obra de Giannis Móralis, desarrollada entre la representatividad y la tendencia geométrica sustraída. Rastreó el misterio de la naturaleza humana, con nuevos ojos, despojada del peso del helenocentrismo, que predominaba en su época. Caminó en los senderos del modernismo y entre la gran corriente del geometrismo abstracto.

Tranquilamente y en silencio, sin impresionismos comunicativos, desde temprana edad hasta su ancianidad, con mucho trabajo, disciplina y consecuencia, pintaba su propio universo, en el cual glorificó la figura femenina, con una sobriedad despreocupada, una suavidad cromática, una limpieza rítmica y una densidad reflexiva.

 

La pintura fue para Móralis una pasión desde su infancia. El filólogo -y director de colegio, su padre lo impulsaba en su inclinación. Después de Arta, donde nació (23 de abril de 1916) y una breve permanencia en Préveza, se estableció en Atenas en 1927 con su familia.

 

Su padre acompañaba a su segundo hijo a las actividades dominicales de la Escuela de Bellas Artes, a la sección de preparación en donde se inscribió en 1931, a sus 15 años. Ahí conoció a lo que más tarde serían sus amigos, Tsarouxis, Kaprálos, Nikolaou. Más tarde, tomó clases por un bimestre en el "severo" taller de Parthenis y continuó en los talleres de Humberto Argiroú -"era un Corfú libre, te dejaba hacer lo que quisieras…" – y del grabador Giannis Kefallinoú. Quería, sin embargo, expandir sus horizontes, conocer los grandes museos y el arte europeo. Con una beca, la cual compartió gentilmente con Nikos Nikolaou, respetando un acuerdo entre sí, se encontró en 1937 en Roma. Pero lo que pedía lo encontró el mismo año en París, en la entonces Escuela de Bellas Artes, en los museos y en las exposiciones, donde quedó encantado por los grandes pintores, especialmente por Derain. El estallido de la Segunda Guerra Mundial, en 1939, lo lleva de regreso a Grecia para alistarse en el ejército. "Teníamos la impresión de que regresaríamos a lo mucho en dos o tres meses". Entonces ganó su primer premio, medalla de bronce, en la Exposición Panhelénica de la preguerra en el Zappeio. En 1949 participó en el grupo artístico "Armós", con Xatzokyriakos-Gkikas, Tsarouxis, Nikolaou, Engonópoulos, etc.

 

En los años de Dominación, a pesar de que la andanza lo obliga a dedicarse a la pintura de retratos, crea una riqueza de composiciones, con una perfección técnica y un matiz de clasicismo. El cuerpo femenino, vestido o desnudo, tiene una evolución notable en su obra. En sus primeras composiciones le encontramos parejas jóvenes y muchachas en su maduración erótica, con una inocencia transparente y un equívoco erotismo. Las figuras, sentadas frente a frente o de pie, se transforman en la década de los 50, con pinceladas filosas, en formas inundadas en su propia luz. El cuerpo humano se desnuda en un proceso cada vez más excesivo.

 

Hacia la década de los 60, periodo de madurez del pintor, la limpieza sustraída se extiende, los colores escasean, las composiciones logran vacíos y dimensiones, haciendo las figuras más vigorosas y espirituales. Los obras Sepulcrales y las Matrimoniales de este periodo muestra la vuelta absoluta del pintor sobre el geometrismo abstracto y alcanza su esplendor en la década de los 70, desenvuelto hasta su última exposición personal en 2006, ya que el repertorio geométrico del pintor llegó a la máxima sobriedad. Rectángulos, triángulos, círculos y semicírculos estructuran sus composiciones. Las figuras se inmaterializan, mientras el erotismo y la espiritualidad llegaron a su máxima expresión.

 

Su grabado y su escultura estuvieron en absoluta afinidad con su pintura, como una extensión de ésta.

 

Giannis Móralis hablaba cuando tenía algo nuevo que decir. Sus exposiciones personales fueron en su totalidad diez, la mayoría en la galería "Zouboulakis". Bastantes las exposiciones de su carrera artística, resultando como la más importante la de 1988 en la Pinacoteca Nacional, en la cual entonces donó un gran número de sus obras. Otras exposiciones retrospectivas que sobresalen se llevaron a cabo en el Museo Benakis, en la Academia de Atenas (1996), en la Hermópolis de Siros (2005), en el Museo de Arte Contemporáneo de la Fundación Gulandri – Andros (2008) y en la Sala Mayor de Eynardou, con dibujos (2009).

 

La década de los 50 fue determinante para Móralis y desde entonces marcó la vida cultural del país: Profesor ordinario de la Escuela Superior de Bellas Artes desde 1947, en la Sección de Preparación, y desde 1957, en el Taller de Pintura. Representó a Grecia, junto con Giannis Tsarouxis y Antonis Soxos, en la Bienal de Venecia en 1958. En 1951 diseña el escenario y el vestuario para las "Seis pinturas populares", con la coreografía de Rallous Manou y música de Manos Xatzidakis, iniciando una colaboración artística fecunda que continuó con el Teatro de Arte de Carlos Koun y el Teatro Nacional. En 1959 diseñó la portada de "Axion esti" de Odiseas Elytis, iniciando también una amistad y una colaboración que continuó con otras obras del mismo poeta, de Seferis y otros. Empezó la colaboración con arquitectos para la decoración de edificios, como primero de entre ellos, el Hilton (fue grabado en sus paredes externas) y con la ceramista Eleni Vernardaki. En 1961 fue elegido miembro ordinario del Instituto Internacional de Letras y Artes.

 

Detrás de su gran pintura se encuentra el maestro, hasta 1983, contribuyendo a su renovación. Sus discípulos hablan acerca del clima de libertad en el Taller de Móralis. Aquél que seguía siempre su carrera, no faltaba en sus exposiciones.

 

Móralis dejó su vida satisfecho. De honores, de amigos, de tres matrimonios. Sobre todo satisfecho de aquél reconocimiento que lo coloca entre los grandes.

 

SUS HÁBITOS

"De mi taller bajo directo por un café"

 

Móralis no cambiaba fácilmente de hábitos. ¿Cómo era un día suyo? "Entre semana empiezo el día desde mi taller en la calle Deinokratous y bajó directamente al "Brazilian", donde tomo un café y después voy al "Ícaro". De vuelta paso por la galería Zouboulakis de la calle Kriezotou, y en seguida por la tiendad ADC de Vernedakis en la calle Valaoritou y después subo hacia la plaza de Kolonaki, a la otra galería Zouboulakis. Así que es mediodía, subo hacia la taverna de Filippou (…) Allá me reservan siempre la misma mesa en una esquina, porque cuando como, quiero tener mi tranquilidad. Después de la comida, regreso al taller, de donde rara vez salgo.

 

Antes en el "Brazilian" me encontraba con Elytis para tomar un café y depsués íbamos a comer a "Zonarás". Muchas veces pasábamos también por "Flokas", donde tenía su campo militar Gatsos. Pasaba mucha gente por ahí y claro que nuestro amigo era Manos Xatzidakis, el cual tenía, por supuesto, que dar el teléfono de "Flokas" a su madre para que pudiera encontrarlo. Con relación a eso me había contando Manos una historia deliciosa: Un día su madre lo pidió por teléfono y aquél le habló un poco de súbito. Se enojó tanto su madre que dijo: "¿Óyeme, a quién crees que le hablas? A la mamá de Xatzidakis" (de la edición "Giannis Móralis. Ángeles – Mpusica – Poesía", Museo Benakis, 2001).

 

HA DICHO

La pintura no es algo pronto, no existe en la naturaleza…

 

Le gustaba narrar un acuerdo amistoso y tierno que tenía con su amigo, el pintor Nikos Nikolaou, donde quien ganara la beca del concurso de la Academia de 1936, para Roma, llevaría consigo al otro: "Nuestro acuerdo con Nikolaou no estaba oculto. Lo habíamos socializado. Claro que Kugeas intentó convencerme de que "los académicos estiman, claro, la amistad, pero no les llegará dinero". Yo le respondí que sólo bajo ese término lo aceptaría". Se fueron juntos hacia Roma en junio de 1937.

 

"No quería ser profesor, para no volverme un empleado público. Quería ser libre. Insistía mi maestro Kefaloniós".

 

Enseñó desde 1947 hasta 1983. Inspiró inspirado y enseñó educado: "La docencia es una relación indecisa. Un filósofo latino decía que el maestro se parece a la afiladera, es decir, la afiladera hace que el cuchillo corte, sin la necesidad la misma de ser filosa. Me gustaba mucho esto y claro, lo completé añadiendo que ¡dos cuchillos que son filosos, se afilan el uno al otro!  Así me sentía en la escuela".

 

"No entiendo a los que hablan del "helenismo (helenicidad)" que existe en las obras de Móralis. Creo que pintaba después de decidirlo. Estas son vivencias (…) Con Nikolaou peleábamos sobre el tema del helenismo. "Por supuesto que amo el arte griego", le decía, "pero no puedo volverme un representante general del arte helénico antiguo". Pues existe dentro de mí".

 

"La pintura no es algo que exista listo en la naturaleza, no existe para tomarlo y copiarlo. Tienes que crear una composición. Tomas los elementos de la naturaleza, los organizas y los equilibras. Cuando lo piensas bien, las escalas son mínimas. De lo agudo a lo embotado, de lo grande a lo pequeño, de lo luminoso a lo oscuro, de lo cálido a lo frío. Con estas escalas mínimas eres llamado a expresarte".

 

Fuente:

Murió el pintor Giannis Móralis

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Murió el pintor Giannis Móralis

Traducción: Alejandro Aguilar

Galería fotográfica: Paleta Arte

 

                                                          

Uno de los más grandes pintores griegos de la llamada generación del 30 con infinidad de distinciones en Grecia y en el extranjero, Giannis Móralis, dejó la vida a sus 93 años.

 

Giannis Móralis nación en Arta en 1916 y en 1927 se estableció permanentemente en Atenas. A la edad de 15 años fue aceptado en la Escuela Superior de Bellas Artes de Atenas estudiando cerca de Argiró, Geraniotis, Parthenis y Kefallinós pintura y grabado. Habiendo obtenido una beca en 1936 parte hacia Roma. En seguida se estableció en París donde también estudió pintura de frescos y mosaico y en 1947 fue elegido profesor ordinario en la ESBA.

 

En 1949 junto con bastantes pintores griegos entre los cuales se encontraban Nikos Xatzikiriakos-Gkikas, Giannis Tsarouxis, Nikos Nikolaou y Nikos Engonópoulos, fundan el grupo artístico "Armós (juntura)" y organizan la primera exposición pública en el Zappeio en 1950. Desde 1954 inicia su colaboración con el teatro helénico, primero con el Teatro de Arte y después con el Teatro Nacional. La obra de Móralis incluye ilustraciones de libros de los poetas Elitis y Seferis, portadas de discos de música, esculturas, murales y también escenarios y vestuarios ara el Teatro Nacional de Grecia y el Ballet Helénico.

 

Fue galardonado por primera vez con el premio de pintura en 1940. Parte de la ESBA en 1983 y en 1988 la Pinacoteca Nacional de Grecia lo honró con una gran exposición de su carrera artística. En 1999 le fue entregada la medalla del Comandante de Honor. Algunas de sus obras pertenecen a colecciones públicas y privadas en Grecia y en el extranjero.

 

Pintura, escultura, ilustración, bajorrelieves en edificios, en toda la obra de Giannis Móralis, desde las obras más representativas hasta las más abstractas, un símbolo subyace: el ángel alado en la forma doble del amor y de la muerte. Su primer trabajo teatral se basaba en la obra "Oda a la muerte de Kalvo" y el mismo pintor decía que había experimentado fuertemente la vivencia de la muerte mientras lo acompañaba siempre la muerte de su padre en un accidente automovilístico en marzo de 1937, pero también por las escenas del funeral en Arta y Prebeza cuando era muy pequeño.

 

Fuente:

http://www.kathimerini.gr/4dcgi/_w_articles_kathremote_1_20/12/2009_315246

 

A manera de HOMENAJE, puedes ver algunas muestras de su vasta producción pictográfica en la galería de fotos “Giannis Móralis” en este blog.