La figura de la ausencia
Giannis Ritsos
Traducción: Alejandro Aguilar.
Lo que se fue, aquí echa raíz, en la misma posición, triste, mudo
como un gran florero de casa que fue vendido alguna vez
en momentos difíciles,
y en la esquina de la recámara, ahí donde se sostenía el florero,
queda el vacío denso en la misma figura del florero, inmovible,
reluciendo claro en el rayo solar, cuando abren a veces
las ventanas,
y dentro del mismo florero, que ha cambiado su esencia
con la misma equivalente esencia del cristal del vacío,
queda de nuevo aquél mismo espacio, un poco más dolorosamente sonante
tan sólo.
Detrás del florero se distingue el color de la pared
más oscuro, más profundo, más onírico,
como si quedara la sombra del florero dibujada en un sarcófago.
Y, alguna vez, en la noche, en un momento silencioso,
o también en el día, entre las conversaciones,
escuchas en el fondo de ti algún sonido agudo, amargo y ondulante
como un dedo invisible que traspasara
aquél ausente, sensible, cristalino recipiente.