Déjame tranquilo
Poema de Dimakis Minás
(de Camino entre la noche, Ermes, 1999)
Traducción: Alejandro Aguilar
Fotografía: Retrato de dos ninfas, Salvador Pozo
Ahora te considero entre los fantasmas,
llenan mis horas,
llegan por debajo de mi ventana,
chillan,
me piden a mí o los sueños perdidos,
revocan la primera juventud
con los destellos
que no regresan.
¡Que no regresen nunca!
Por lo menos quince veces me he enamorado
hasta la muerte
por seis meses, por un año,
a lo máximo tres años,
y no calculo las miles de aventuras,
duraron de una noche a una semana
en camas, parques, playas de arena,
así he medido mi vida
y todavía no me he cansado.
Eres mi décimo sexto gran amor,
el último,
piensa si piensas,
más bien pensemos
ahora en suicidarte o en suicidarme,
sería un poco gracioso;
probablemente madrugué frente a tu puerta por última vez,
más por nerviosismo,
¡pero otra vez persigueme mientras te persiguen!
Con aquellos tus famosos veintidós años,
tus ojos que recuerdan mares
y, algunas otra veces, brumas;
tu boca,
¿dices que no existe otra boca más bella?
Tu cuerpo
que se desgasta inevitablemente.
Corre para que lo consigas.
El único recuerdo
al lado del recuerdo,
son un único recuerdo,
la única cara entre mil caras
es sólo una.
No sé, nunca sufrí tanto,
tan poco.
Déjame tranquilo